viernes, 6 de enero de 2012

Meditación de Luna Llena: 9 de enero de 2012


Propósito:
ARMONIZAR LAS ENERGÍAS MASCULINA Y FEMENINA EN EL INTERIOR

"Esta es la primera luna de año 2012. Es también la primera luna tras el solsticio de invierno.

En esta noche vamos a unir los propósitos de ambos: la unión interior entre nuestras dos partes complementarias aprovechando la energía que fomenta la mirada interior, la energía del solsticio de invierno.

Hombre y mujer se complementan. Con esta meditación vamos a armonizar las energías masculina y femenina que habitan en nuestro interior, porque es un paso necesario en nuestro proceso evolutivo.

Para sentirnos completos debemos aceptar y armonizar aquellas partes de nosotros mismos que están descompensadas. Las energías masculina y femenina están descompensadas cuando una de ellas es mucho mayor que la otra o cuando rechazamos una de las dos por considerarla innecesaria o despreciable. También solemos rechazarla si estamos en lucha con el sexo femenino o con el masculino, algo que sucede por causas tan diversas como bloqueos kármicos, malas experiencias o creencias condicionantes.

Aceptarse a uno mismo tal como es y buscar la armonía interior es fundamental y necesario en este momento de nuestro proceso evolutivo, ya que la Tierra está dejando atrás todas las impurezas que impedían su ascensión. La Humanidad también debe hacerlo para evolucionar con ella en armonía.

Hombre y mujer son necesarios. No existirían el uno sin el otro, porque unidos son los creadores de la vida humana en la Tierra. Lo masculino y lo femenino deben avanzar unidos, tanto en el exterior como en el interior. Debemos aceptar que somos diferentes pero complementarios y abandonar el empeño de cambiarnos, porque la persona que está a nuestro lado hoy es exactamente aquella que favorece e impulsa nuestra evolución, la que nos refleja aquella parte de nosotros mismos que aún necesita atención y equilibrio. Así pues, en vez de intentar cambiar al otro volvamos la mirada hacia el interior y descubramos qué parte de mí lo está atrayendo o qué está posibilitando que él o ella se comporte conmigo como lo hace. Sanando el interior sano y equilibro el exterior."

Estos encuentros son una actividad gratuita que ofrece la red Agartam en diferentes puntos del mundo. Para unirse a uno de los círculos que realizan estas meditaciones cada mes en diferentes países podés enviar un email a reddeluz@agartam.com y te pondrán en contacto con el grupo más cercano a tu ciudad.

Aquí en Buenos Aires -Argentina- habrá un círculo en Parque Lezama facilitado por Karina Zarfino (karina@agartam.com)y uno en Vicente López, frente al río, coordinado por Analía Arrighi (consultas@almaplena.com). Contactarse vía email para más datos de cada encuentro.



Están todos invitados a unirse a este gran círculo de meditación. Los que nos puedan acercarse físicamente, pueden hacerlo también a distancia, a las 21hs. simplemente manifestando la intención de vibrar al únisono con todos esos seres que estaremos reunidos desde el corazón.













martes, 3 de enero de 2012

Los Cuatro Ríos


"Parte de la temática del alma consiste en ser modificadores de las formas. Cuando nos conectamos con los niveles más profundos de nuestras vidas, no podemos evitar actuar honestamente, hablar “desde el alma”. El trabajo del espíritu es identificar y eliminar aquello que nos impide ser nosotros mismos.

En nuestra cultura, no tenemos mucha ayuda para “encontrarnos” con nuestras almas, conectarnos con lo que nos hace auténticos, y reconocer y eliminar lo que nos frena. Las culturas indígenas pueden ofrecernos pistas importantes para observar la espiritualidad en nuestras vidas. Así como cuentan con elementos de rastreo externos para hallar alimento y agua, los pueblos indígenas también poseen formas de rastreo interno que les permiten integrar sus experiencias, aprender de ellas y avanzar.

He encontrado cuatro caminos centrales de “rastreo” en varias culturas indígenas. Podemos verlos como cuatro “ríos”, en los cuales debemos aprender navegar para mantener nuestras almas nutridas y saludables, y mantener vivo nuestro verdadero ser.

Uno es el río de la inspiración: sé que aún vivo si los acontecimientos, la belleza y otras personas pueden inspirarme, expandirme y elevarme.
Luego el río del desafío: estoy vivo si puedo emplear energía para las experiencias de ser testeado y desafiado. Navegar por este río implica poder aceptar una invitación para flexibilizarnos, trascender lo familiar, crecer.

El tercer río es el de la sorpresa. A los niños les encantan las sorpresas; los adultos, lamentablemente, en general perdemos este goce. Navegar el río de la sorpresa implica deshacernos de nuestra necesidad de control, para despertar al asombro por lo inesperado.

El último río es el del amor. Todavía estoy vivo si puedo conmoverme profundamente por la vida. Si no me conmuevo por la vida, mi corazón ha comenzado a cerrarse. Los indígenas creen que el corazón es el puente entre el “padre cielo” y la “madre naturaleza” y que, por esto, si deseamos permanecer en contacto con nuestros aspectos místicos y prácticos, nuestros corazones deben estar sanos y abiertos.

Cuando por cualquier motivo, no podemos navegar por esos cuatro ríos (inspiración, desafío, sorpresa y amor), hemos comenzado a desconectarnos de nuestras almas. Nos perdemos la belleza y las oportunidades del mundo; estamos presos en la cárcel de nuestra propia conciencia.

A pesar de nuestros intentos, el alma nos reclama. Nuestros instintos pueden estar tan dañados y nuestros espíritus tan heridos, que no escuchemos el llamado de la primavera. Pero la primavera, igualmente, nos llama.

Todos tenemos, dentro de nosotros, un remedio curativo original que no ha sido copiado en ningún lugar del planeta. Cuando vivimos desde el alma, cada uno de nosotros puede crear instantes sagrados, sanadores. Y así comprometernos, momento a momento, con ese grandioso regalo que llamamos vida."

Angeles Arrien