domingo, 11 de diciembre de 2011

"Los Niños y la Nueva Conciencia" - Video

Ciclo de charlas abiertas a la comunidad

Maternidad y Crianza

"Ser papás, dar de nuevo"
Del caos a la comprensión del niño pequeño

Lic. Liliana Krasevac y Lic. Analía Arrighi

Para ver el video de la 1ra. charla de este ciclo organizado por Agartam Argentina, clickear aquí: http://vimeo.com/32756304

lunes, 21 de noviembre de 2011

Un puente entre el Yo y el Nosotros


Uno de los grandes temas en mis primeros años de búsqueda intelectual fue el punto de encuentro entre lo individual y lo colectivo. En mis primeras épocas de estudiante de Ciencias Sociales, centrar la mirada en las problemáticas individuales de las personas, era casi impensable. Mucho menos hablar de espiritualidad. Había algo más grande y trascendente que atender: arreglar el mundo a través del cambio social. Lo que se respiraba en esos ámbitos era una suerte de creencia en que si lográbamos “revolucionar” la base, el resto se acomodaría por añadidura.
Me llevó un buen tiempo y varias sesiones de terapia decidirme a entrar en una universidad privada a pedir el programa de Psicología. Vivía como en dos mundos paralelos. Por un lado me fascinaba desentrañar los procesos socio-histórico-culturales subyacentes a lo que sucedía en el mundo actual tal como se lo veía a simple vista, y por otro, empezaba a saborear mis primeros viajes por otras dimensiones de la conciencia a través del yoga, la meditación y las lecturas inspiradoras de distintos maestros. La integración de estos distintos niveles llegaría muchos años después.

Hoy, releyendo  esta entrevista a Eugenio Carutti-antropólogo, gran pensador de nuestro tiempo y astrólogo- acerca de los cambios colectivos y el crecimiento individual, vinieron a mi memoria imágenes sueltas de aquellas épocas. Si hubiera leído este material por aquel entonces seguramente me hubiera ahorrado unas cuantas vueltas de espiral, pero quizás me hubiera perdido también las muchas perlitas que fui encontrando en este camino de autoconocimiento e indagación personal.
Aquí van algunos párrafos de la entrevista a Eugenio Carutti: “Un puente entre yo y nosotros”.

“El pasaje de la militancia a la preocupación por la transformación personal hay que examinarlo en varias capas. Como fenómeno social, me parece que es una oscilación compensatoria: el paradigma anterior indicaba que había que entregar la propia energía a la sociedad. Y en el presente el tema parece ser preservarse de la fagocitación de lo social. Los dos movimientos son en sí mismo egoístas y, al a vez, responden a lo colectivo. Quiero decir: el militante se entrega, pero lo hace por sus propios afanes inconscientes de poder: el suyo es un idealismo que espera un premio que lo convierta en alguien especial. Alguna figura, real o imaginaria, le ha encomendado una misión, y él lucha por satisfacerla y obtener el premio, material o ideal, que ella le promete.

El paradigma de la transformación personal, por otra parte ¿Es realmente un proceso de crecimiento, o es simplemente narcisismo, creer que uno es un ser autónomo del mundo que lo rodea y puede transformarse de manera independiente?
No hay demasiada diferencia entre una modelo publicitaria y alguien que dedica todo su tiempo a estar con gurúes para alcanzar su “desarrollo espiritual personal”: una hace la cosmética externa, el otra la interna. En ambos casos es algo totalmente autorreferente. Uno diría: ¿qué proceso de transformación puede haber si esa persona que dice conocerse a sí misma, prende el televisor, ve lo que pasa en Ruanda y no se conmueve hasta las lágrimas? Es ridículo. Un autoengaño. Si realmente hubiera habido un proceso de profundización espiritual, lo que se hubiese desarrollado sería la sensibilidad, y entonces jamás podría sentirse indiferente frente al dolor del mundo.

Por otra parte, el militante de la década del sesenta desconocía por completo sus conflictos psicológicos, su estructura interna y sus proyecciones arquetípicas. No tenía contacto con sus deseos inconscientes de poder, sus problemas con la autoridad y la figura paterna y sus confusos anhelos de pertenencia. Era un ser profundamente desordenado y neurótico que se angustiaba tanto ante lo que le pasaba a él y a los demás –porque era muy sensible-, que trataba de resolver todos los problemas del mundo, y en cambio producía un desorden aún mayor.

Si una persona no se conoce profundamente a sí misma, es imposible que pueda aportar un mínimo de claridad en el afuera. Los militantes casi siempre eran, o mejor dicho, éramos jóvenes con problemáticas no resueltas con el padre, con la madre o lo que fuera, y terminábamos siendo manipulados por alguna figura. Sucumbíamos a toda la telaraña del poder porque éramos bastante ingenuos: no comprendíamos las dimensiones más oscuras del ser humano, no nos comprendíamos a nosotros mismos. Veíamos lo oscuro en otra persona y arremetíamos contra ella, sin darnos cuenta que luchábamos contra lo que teníamos dentro. (…)
Todo trabajo profundo empieza por disolver por completo, dentro de nuestra conciencia, la oposición individual-colectivo. La vida hace experimentos continuos y descubre nuevas sendas a través de algunos seres humanos individuales –que no están separados del resto-; al mismo tiempo, el conjunto de la sociedad debe organizarse con una cierta estabilidad e inevitablemente presenta resistencia al cambio. Este doble proceso tiene una dinámica particular. Si hay una correcta relación entre el experimento individual –que siempre es un impulso de la especia- y las necesidades de organización de la sociedad, el conjunto se va renovando sin perder el equilibrio. Entonces, los caminos aparentemente individuales tienen sentido.

(…) El tema es descubrir hasta qué punto el ser humano puede derribar las defensas que lo aíslan de su propio inconsciente, porque son las mismas que lo separan de los demás y de la vida. Cuanto más pueda disolverlas, estará más en contacto tanto con lo luminoso como con lo oscuro. En cambio, si la persona se separa de lo profundo porque no puede tolerar lo que encuentra allí, se tiene que defender, porque de hecho lo sigue teniendo adentro, aunque lo niegue o lo reprima. Podrá imaginar cómo sería un mundo maravilloso, pero serán simples ideas y proyecciones de su interior confuso y desconocido. Hay que ser capaz de soportar el propio rostro, perderle el miedo a lo que es, tal como es.
Creo que el gran desafío es construir ámbitos donde podamos escucharnos simplemente. Sin decir “qué bárbaro” o “qué estupidez”. Encontrarnos para tocar las dificultades profundas. Sin esa impaciencia que anhela la resolución inmediata, que sólo escucha lo que cree entender o pregunta enseguida cómo se aplica lo que se dice. Lo verdadero no se aplica: fluye y transforma, y si actúa sin que nos demos cuenta, mucho mejor. Lo profundo es delicado y frágil y no resiste nuestra voracidad.

Necesitamos espacios donde pueda preservarse la vulnerabilidad de lo creativo. La vida precisa seres que le permitan experimentar a través de ellos y encontrar nuevos caminos para renovarse. De otro modo empieza a repetirse a sí misma. Pero como no puede estancarse, tarde o temprano, debe destruir lo cristalizado.
Creo que ser instrumento de la vida es entregarse a la aventura, entregarse como un espacio en la cual ella – y no uno- pueda manifestar algo nuevo. Y una de las cosas que la vida nos está mostrando es que somos seres en red. Vamos a tener que aprender a ser aventureros en red: quiero decir, no solo seguir la propia senda hacia lo desconocido, sino escuchar las otras y resonar con ellas. Ser sensibles a todos los caminos que se abren, sin tratar de reunirlos o convertirlos en uno solo, sino dejar que se entretejan, a través de nosotros, más allá de nosotros."

(extraído de la Revista "Uno Mismo")


martes, 11 de octubre de 2011

Maternar, criar, educar. Cómo ser facilitadores del proceso evolutivo de nuestros niños.

En el mes de las madres, este martes en nuestro programa de radio -una vez más- el tema será: los niños a la luz de una nueva conciencia.
En esta época de cambios acelerados y profundas transformaciones, quienes asumimos el rol de madres-padres-docentes, más allá de los saberes acerca de la crianza y/o la educación formal que tengamos, una y otra vez nos enfrentamos con dificultades e incertidumbres en la compleja y maravillosa tarea de acompañar conscientemente el despliegue y crecimiento de estos seres, pequeños, tan sólo en sus dimensiones físicas.

Tendremos la visita especial en el estudio de Liliana Krasevak*, quien además de ser mamá de una hermosa niña y “una mujer buscadora, siempre en movimiento interior y muy obediente a mi intuición” tal como ella misma se define, es psicopedagoga, doula de Crianza (ex-equipo de Laura Gutman), docente en Nivel Inicial y egresada del Seminario Pedagógico Waldorf, entre otros de sus recorridos.

Estaremos conversando acerca del desafío que implica ser madres y padres hoy, de la preparación durante el embarazo, de las alternativas para un parto respetado y sin violencia, del puerperio, la crianza y los límites “con amor”, de las diferentes alternativas en materia de educación y, esencialmente, de cómo facilitar el proceso evolutivo de los niños (y el nuestro!) poniendo todos nuestros conocimientos y experiencias al servicio del corazón.

Como siempre los invitamos a acompañarnos y participar con sus consultas, comentarios e inquietudes. No faltará calidez y buena música. Los esperamos!!!

*Para quienes quieran contactarse con la Lic. Liliana Krasevac pueden enviarle un email a: lilianakrasevac@yahoo.com.ar o contactarse en vivo durante el programa (17hs, Argentina) a través de: www.mantrafm.com.ar o vía skype (mantrafm).



lunes, 19 de septiembre de 2011

Salud, enfermedad y árbol genealógico.


"Para sanar una enfermedad no podemos limitarnos sólo a lo científico. La mirada de un artista equilibra la de un médico, capaz de comprender los problemas biológicos pero que carece de las técnicas necesarias para detectar los valores sublimes sepultados en cada individuo. 
Para que sane, es necesario que el paciente sea lo que en verdad es y se libere de la identidad adquirida: lo que los otros han querido que sea.
Toda enfermedad proviene de una orden que hemos recibido en la infancia obligándonos  a realizar lo que no queremos y una prohibición que nos obliga a no ser lo que en realidad somos. El mal, la depresión, los temores resultan de una falta de conciencia, de un olvido de la belleza, de una tiranía familiar, del peso de un mundo con tradiciones y religiones obsoletas.
Para sanar a un paciente, o sea ayudarlo a convertirse en lo que en verdad es, se le ha de hacer consciente de que no es un individuo aislado sino el fruto de al menos cuatro generaciones de ancestros. Es imposible conocernos a nosotros mismos si no conocemos el legado material y espiritual de nuestro árbol genealógico.

Extraído de "Metagenealogía" de Alejandro Jodorowsky

jueves, 1 de septiembre de 2011

Palabras de amor para momentos de tristeza


Como papás a la mayoría nos cuesta hacernos cargo de nuestras propias emociones. Especialmente aquellas que por alguna razón hemos decido que nos son "buenas" y que, por todos los medios, tratamos de mantener a raya desde la conciencia.
Para algunos será la ira, el enojo o la alegría desbordante, pero, culturalmente, una de las emociones que más nos cuesta aceptar es la tristeza. Y cuando tenemos niños en casa, el mundo emocional está todo el tiempo haciéndonos primeros planos, poniéndonos en foco con lo real, aquello que verdaderamente nos atraviesa el cuerpo y brota de nuestro corazón, desafiando sistemáticamente todo freno proveniente de nuestra mente racional.

Este texto de Laura Gutman, una de mis maestras, me llegó "oportunamente" ayer. Estaba justo  dandole algunas vueltas de tuerca a este asunto de cómo acompañar a nuestros pequeños en momentos de pérdidas o despedidas sin teñirlos absolutamente con nuestra historia personal-familiar no resuelta. Fue una de esas pequeñas y cotidianas sincronicidades que tantas veces desestimamos, pero que cuando las podemos reconocer resultan ser tan enriqucedoras para el alma. Así que aquí va:

"Toda escena dolorosa necesita palabras de amor"

"Escenas dolorosas, casi todos hemos atravesado. Si revisamos nuestras infancias, encontraremos más de una: la muerte de un ser muy querido, el divorcio controvertido de nuestros padres, el accidente de un hermano, la enfermedad interminable de nuestra madrina o el cambio brusco de residencia perdiendo el contacto con amigos y vecinos. Creemos que nuestras vidas han estado signadas por esos hechos dolorosos o como mínimo, que han sido determinantes en nuestro devenir. Sin embargo muchas veces, lo más traumático no ha sido el acontecimiento en sí, sino la falta de palabras que han inundado con silencio esas situaciones sufrientes. Puede suceder que recordemos la muerte de nuestra propia madre y supongamos que todos nuestros problemas provienen de esa pérdida. Sin embargo, lo peor fue el desamparo y la soledad con el que hemos atravesado ese período, o que nadie nos haya hablado ni explicado qué es lo que sucedía, o las mentiras en las que las personas grandes se refugiaban, o la tergiversación de la realidad que nos dejaba desprovistos de comprensión y resguardo.

El aislamiento al que nos han sometido siendo niños, la dejadez y la falta de contacto emocional, es lo que verdaderamente nos ha dejado huérfanos.

No es terrible que alguien se muera. Lo terrible es dejar a un niño solo, tremendamente solo con su soledad.

Por otra parte, no hay acontecimientos totalmente negativos. Desde nuestra subjetividad, un hecho doloroso lo podemos vivir como “negativo”, pero no es verdad que objetivamente sea así. Por eso, es imprescindible que los adultos busquemos el sentido amplio y perfecto que cada suceso lleva implícito. Y ofrezcamos a los niños toda nuestra comprensión, toda la lógica e incluso toda la alegría que una pérdida trae consigo, si aprendemos a esperar. Las palabras que nombran lo que pasa, el cariño que el niño recibe aún en medio del dolor, el cuidado y la escucha; se convierten en tesoros. Al punto tal que en el futuro, el niño podrá recordar ese momento de pérdida, como el de mayor riqueza espiritual de su historia."

Laura Gutman.

lunes, 29 de agosto de 2011

Encuentros con la femineidad consciente


"Nos reunimos. Meditamos.
Compartimos. Reflexionamos.
Hacemos silencio y respiramos.
Nos abrimos. Cuando podemos, soltamos.
Redescubrimos. Recuperamos.
Sembramos y cosechamos.
Nos nutrimos y así también sanamos.
Recibimos, damos.
Nos abrazamos. Y reímos. Y lagrimeamos.
Expandiéndonos, muchas veces disfrutamos.
Nos preguntamos, volvemos a mirar, una vez más.
Y entregamos.
Vos, ella, yo, todas nosotras.
Nos re-encontramos."





sábado, 20 de agosto de 2011

El Arte de Vivir Creativamente


Encuentros grupales de Creatividad
inspirados en el trabajo de Julia Cameron ("El camino del artista")

Un espacio de exploración interna abierto a todas aquellas personas, sean artistas o no,  que deseen conectar con todo su potencial creativo para enriquecer sus vidas personales y/o profesionales.

Esencialmente, todos somos seres creativos y lo que necesitamos es redescubrir, recontactar y nutrir esta maravillosa posibilidad.

A través de técnicas gestálticas y otras herramientas de sanación nos proponemos ir despejando todos aquellos bloqueos que nos alejan de nuestro Ser creativo para permitir que esa capacidad creadora se exprese libremente y transforme nuestras vidas.

 
 Consultas e inscripción para el grupo de Zona Norte (Bs. As.):
vivircreativamente@almaplena.com

miércoles, 6 de julio de 2011

El camino de la trascendencia



"El propósito -creo yo- de todo proceso terapéutico, es ir abordando el camino hacia el Sí Mismo Superior, es decir, hacia esa parte de nosotros mismos que anhela trascender mientras intenta comprender cuál es su función a favor del prójimo. Habitualmente partimos de un lugar simple: de un problema personal o de un sufrimiento mundano -cosa totalmente legítima- con el fin de contactar con el Sí Mismo Auténtico, ése que se encuentra escondido detrás de nuestro personaje. Todos usamos máscaras en la vida cotidiana, es la imagen positiva pero falsa, de cada uno de nosotros. Por debajo, reside la sombra. Contactarse con el Sí Mismo Auténtico, no nos garantiza un estado de dicha o beatitud, sino simplemente la posibilidad de vivir nuestra vida con los dolores y las alegrías sin tener que ocultarlos. Desde niños, hemos aprendido a vivir una fachada para no hacer enojar a nuestros padres o para responder a lo que ellos esperaban de nosotros. Por eso, ahora será necesario modificar los condicionamientos que arrastramos desde entonces. Quienes acompañamos procesos de encuentro con la propia sombra, sabemos que a menudo nos encontramos “dando permiso” a otro adulto para que se otorgue el derecho de vivir como quiera, sin continuar respondiendo a los deseos inconscientes de mamá o papá. Es posible que haya partes de su sí mismo que no fueron reprimidas pero que sencillamente nadie estimuló. Hay personas que necesitan permiso para autoafirmarse, otras para reconocer sus aspectos más vulnerables. En todo caso, hacerles ver que lo que sea que encuentren en su interior, es válido y merecen vivirlo, puede ser el primer paso para conectarse nuevamente con las partes del sí mismo que habían rechazado.

Ahora bien, incluso en este proceso de contactar con el Sí Mismo Auténtico, no tenemos garantizado el contacto con el Sí Mismo Superior. Mirar nuestra sombra no trae implícito la trascendencia ni la fusión con la Totalidad. Hay aún mucho camino por recorrer. Cuando sentimos que estamos hechos de la misma esencia que el resto del Universo y que formamos parte de algo más vasto que nosotros mismos, el Sí Mismo Superior nos anima a usar nuestra energía en aras de algo mayor. Es allí cuando nos vemos inclinados por el servicio.

Todo esto parece bonito pero requiere muchísimo trabajo y dedicación. También es preciso reconocer cuándo la espiritualidad funciona como un refugio infantil, en lugar de ser consecuencia de haber entrado en contacto -previamente- con el Sí Mismo Auténtico. Muchas personas -en nombre de la espiritualidad- reprimimos lo que creemos que hay de negativo en nosotros. Pero en esos casos, no será posible trascender ni dominar nada, ya que simplemente, estamos asustados. Hay una delgada línea, entre trascender y reprimir. Es ridículo creer que dominamos algo cuya existencia hemos negado. Antes tenemos que haber aceptado el dolor, la rabia, la frustración o lo que sea, porque son partes de nuestro sí mismo. Tenemos que convivir con nuestra sombra, con el desamparo, con el dolor por aquello que no obtuvimos o por la esperanza que mamá nos quiera tal como hubiéramos necesitado. Desde mi punto de vista, es indispensable que transitemos los aspectos oscuros de nuestra identidad, de la mano de alguna persona experimentada, generosa, sabia y contemplativa. La construcción de la biografía humana es una manera posible. No es la única ni la mejor. Todos los sistemas de indagación, funcionan como “hojas de ruta” para guiarnos en el proceso hacia el conocimiento interior. Una vez abordada nuestra historia personal y nuestro entramado familiar, el rol que hemos ocupado, los beneficios de nuestro personaje y los juegos vinculares; entonces sí, en profunda comprensión de nuestra realidad emocional, quizás estemos en condiciones de trascender, poniéndonos al servicio de la humanidad."

Laura Gutman


miércoles, 29 de junio de 2011

Vacío y espacio creativo


Desde hace un tiempito vengo explorando el tema de la creatividad. Conmigo misma y con quienes están en esta misma búsqueda para sus propias vidas. Zambullirse en el mundo de las múltiples posibilidades creativas desde el ser y no desde el ego, es un viaje maravilloso. Lleno de joyitas. Con cada paso que damos sucede algún descubrimiento, un hallazgo impensado.
Hoy quiero compartirles algo acerca del vacío. Esa sensación algo ambigua y tantas veces evitada. En términos más "psi" podríamos hablar de "la angustia" frente al acto creativo, en las cercanías de aquello que deseo. Llamémoslo como nos quede más cómodo, pero no dejemos de investigar este lugar interno para transformarlo en un manantial para nuestra propia creatividad.

Para desplegar este ser creativo que, lo sepamos o no, todos tenemos, es necesario poder vaciarse. Dejar ir aquello que ocupa espacio (tanto adentro como afuera) y que ya no genera bienestar, crecimiento ni alegría. ¿Para qué lo guardo? ¿Qué sentido tiene conservarlo? ¿Hasta cuándo lo voy a seguir manteniendo?
La verdad es que no nos gusta dejar ir. Ni a los pensamientos, ni a las objetos, ni a las creencias, ni a las personas. Esto es parte de la naturaleza del ego, la base de nuestra personalidad. Sin embargo, cuando sucede, en esa tristeza del vacío podemos encontrar una enorme espaciosidad calma y llena de belleza. Una paz profunda. Una quietud silenciosa y vasta que colma nuestro mundo interno de infinitas posiblidades.

Hay una imagen que ilustra maravillosamente esta dificultad con la que a menudo con tropezamos a la hora de deshacernos de lo innecesario. Tiene que ver con el universo femenino, aunque no siempre están exentos los hombres de este dilema: el placard. Cuántas cosas nos pasan a las mujeres frente a nuestros placares?? Cuántas metáforas podríamos armar con las sensaciones encontradas que nos despierta ese espacio finito plagado de objetos, recuerdos, experiencias y roles?? Clara Coria en "Las negociaciones nuestras de cada día" utiliza este excelente paralelo entre el guardarropas y la vida y afirma que "las perchas vacías son proyectos potenciales". Me encanta esta idea de hacer espacio para poder volver a llenar con lo nuevo.

"Liberar perchas, desocupar estantes y vaciar cajones es una tarea de desprendimiento, simple en apariencia pero profundamente compleja, porque toda persona tiene motivos valederos para retener lo que guarda y, al mismo tiempo, para querer desprenderse de aquello que retiene. Se entabla una lucha entre distintas necesidades de una misma persona."

Siguiendo en esta línea, lo que se impone llegados a este punto es una negociación entre estas partes internas. De lo contrario corremos el riesgo de actuar por impulso y después lamentarnos de habernos desprendido de "esa prenda" o nos seguir reprochándonos eternamente por guardarla.  Es preciso negociar para llegar a un verdadero acuerdo, es decir consensuado, que nos permita sostener la decisión.
Una vez liberada, esa percha vacía nos recuerda que tenemos nuevas necesidades por cubrir estimulándonos a la búsqueda de cómo satisfacerlas.

Inventar, re-unir, re-ordenar, re-crear.
Pulir, desoxidar, tallar y amasar.
Expandir, flotar, permitir, dejar pasar.
Desobstruir y realimentar.
Ampliar, depejar, sacudir y desenrrollar.
Afinar, bocetar, desmalezar, agitar y decantar.
Posibles acciones inspiradas a favor de nuestra creatividad.
La receta incluye altas dosis de amorosidad, paciencia infinita y voluntad para cambiar.

viernes, 24 de junio de 2011

Solsticio de invierno



Estas palabras nos las regaló hoy Marcelo (Mansour) en un hermoso encuentro que compartimos con el grupo de sanación vibracional. Me llegó al corazón con la calidez de un hogar encendido al regresar a casa después de un día muy frío. Son gotas de sabiduría natural en estado puro.Que las disfruten.

Los indios americanos decían que el invierno es un tiempo en el que la Tierra debe descansar de su función dadora y nutriente: "...ella necesita este tiempo para renovar fuerzas para su propio viaje..."
Se refieren al viaje que deberá hacer la Tierra de regreso al Sol.

Decían que la nieve que cubre la tierra es una manta regalada por el cielo para cubrir a su esposa, la tierra, mientras duerme. Porque es el momento en que la Madre Tierra necesita soñar para que su espíritu se reconecte con el misterio de la vida

Es un tiempo para sueños que nos guíen...
para mirar hacia adentro y ver quiénes somos hoy y a dónde vamos.

Al abrir direcciones en su ceremonia de solsticio, recitaban esta plegaria mirando al norte:

Gracias por toda la belleza que he conocido en esta vida,
agradezco también el frío de mi pena,
que me permite apreciar la calidez del júbilo,
y saber que sin pena no habría júbilo
así como sin oscuridad no habría luz.




miércoles, 8 de junio de 2011

Desear, Hacer, Soltar

Lo que tiene que suceder va a suceder…
más allá de los esfuerzos que hagas para que no suceda.
Lo que no tiene que suceder, no va a suceder….
más allá de los esfuerzos que hagas para que suceda.”


Estas palabras de un maestro llegaron a mis manos hace ya un tiempo y las tengo pegadas en mi cuaderno de notas para recordarle a mi ego, una y otra vez, que no todo depende de mí. Sin dudas, existe ese exquisito punto justo en el que el hacer se vuelve fluido. Es algo así como un momento de claridad y lucidez más allá de los esfuerzos y la voluntad personal en el que las cosas simplemente “se hacen”, toman forma, se ordenan, se materializan.

Creo que lo que más nos cuesta a algunas personas es generar el espacio y las condiciones propicias para que esto suceda. A veces, en la velocidad del viaje olvidamos parar un rato la moto, bajarnos, apreciar el paisaje y recuperar la perspectiva.

¿Hasta dónde es preciso hacer, seguir intentando? ¿Cuándo es el momento de soltar, de dejar ir para permitir que sea? Se trata de un delicado equilibrio, una búsqueda cotidiana de sabiduría en la acción.No todo depende de mí y también es necesario que complete mi parte. Que use mi paleta de colores en esa pequeñísima porción del mandala que apenas alcanzo a ver.

Desear, hacer, soltar. Un mantra para entonar cada día. Que lo disfruten!

lunes, 6 de junio de 2011

La Ley del amor


Un día como hoy, hace 3 años, llegó a este mundo un ser maravilloso que nos eligió para que, junto con su papá, seamos sus guías en este viaje por el planeta Tierra. Mirando hacia atrás todavía no termino de creer cuánta transformación trajo a mi vida. Cuánta gracia, cuánta apertura, cuántos aprendizajes... Cómo lo hice? Cómo pudimos con tanto? Una sola palabra puede acercarse a esa inmensidad de sensaciones: Amor.

La Ley del Amor

El amor te da fuerza para unir lo finito con lo infinito.

El amor te da fuerza para confiar

en todo en vez de no hacerlo en nada.


El amor pone a tu alcance la fuerza de la oración

que te une a tu Creador.

El amor te aporta grandeza

para que seas todo lo grande que puedes ser.


El amor te sostiene, te aporta experiencia

y te pone en contacto con tu propio infinito

para que seas cada vez más bella, generosa y dichosa.


Yogui Bhajan

viernes, 27 de mayo de 2011

La Medicina del Movimiento



“ Todos somos bailarines. Todos llevamos dentro un chamán a la espera de despertar, listo para danzar sobre el filo de la realidad. Romper el hielo, derretir las máscaras, sentir algo en los huesos, aterrizar, vivir.”


Gabrielle Roth



Siguiendo con este fascinante tema de las posibilidades de integración cuerpo-mente-espíritu en la búsqueda de la salud, el bienestar y la expansión de la conciencia, este martes en nuestro programa de radio tendremos la visita especial de la Lic. Marisu Rimoldi quien nos va introducir en un interesantísimo trabajo terapéutico denominado ”5 Rhythms® Movement Therapy”.


Se trata de un abordaje que tiene un fuerte anclaje en la práctica de los 5 Ritmos de Gabrielle Roth que se han expandido al terreno de lo psicoterapéutico de la mano de la Dra. Andrea Juhan. Es una práctica en la cual se articula una síntesis que tiene como pilares el movimiento, la danza y nuestro sistema de creencias.


Aquello que creemos condiciona nuestras acciones, nuestras percepciones, nuestros modos de estar en el mundo. Somos constructores de nuestra realidad. Los hechos suceden (la vida, la muerte, las enfermedades, los cambios de planes, los amores y desamores) y nosotros los recreamos, dándoles sentido y significados.
En este proceso nuestro cuerpo toma nota de cada experiencia, guarda nuestra historia y sabe de cada uno de nuestros pensamientos y emociones ya que estos lo atraviesan en cada una de sus células.


Nuestro cuerpo sabe, nos sabe. Rescatar la posibilidad y la capacidad de rediseñarnos una y otra vez es parte de esta invitación, encontrando modos cada vez más funcionales y plenos de vivir.


Para quienes quieran saber más acerca de la Lic. Marisu Rimoldi y de este abordaje psicoterapéutico, pueden entrar a: www.marisurimoldi.com.ar
Y como siempre, los esperamos a las 17hs por MantraFM (www.mantrafm.com.ar) para seguir compartiendo experiencias y descubriendo nuevas posibilidades en el camino del crecimiento y la evolución. Gracias por acompañarnos!!!

miércoles, 25 de mayo de 2011

Sincronicidades

"Hasta el momento en que uno no se compromete hay dudas, la posibilidad de echarse atrás, a menudo falta de eficiencia. En lo que concierne a todos los actos de iniciativa [o creación] existe una verdad elemental, cuya ignorancia es responsable de la aniquilación de incontables y estupendos planes; que en el momento en el cual uno se compromete definitivamente, la Providencia también se mueve.Todo tipo de cosas ocurren para ayudarnos, cosas que de otras maneras nunca hubieran sucedido.

Toda una corriente de acontecimientos surge de esta decisión, y se pone de nuestro lado toda una serie de incidentes, encuentros y asistencia material que nadie hubiera creído que pudiera existir. Cualquier cosa que te creas capaz de hacer o que pienses que puedes hacer, empréndela. La acción tiene en sí misma magia, gracia y poder."


Goethe

sábado, 14 de mayo de 2011

Espiritualidad y vida cotidiana



Ser humano es ser una posada, todas las mañanas llega alguien nuevo. Una alegría, una depresión, una mezquindad. Despertamos momentáneamente a algo nuevo como acogemos a un visitante inesperado.

Recíbelos y atiéndelos a todos,aunque sean un montón de penas que barren violentamente tu casa y vacían tus muebles. Aún así, trata a cada huésped de manera honrosa. Tal vez te esté preparando para algún deleite.

El pensamiento sombrío, la vergüenza, la malicia ve a recibirlos a la puerta, con una sonrisa e invítalos a entrar. Agradece a quienquiera que llegue porque todos han sido enviados como guías del más allá.

Rumi



¿Qué significa ser una persona espiritual en la vida cotidiana? En lo personal creo que se trata de darle lugar en nuestro hacer de todos los días a esa dimensión trascendente que como seres humanos todos tenemos. Saber y creer con la mente y sentir con el corazón que somos más que este cuerpo con sus emociones y pensamientos, separado de todo lo demás. Separado de la naturaleza, de los otros seres humanos, del cosmos.


Puede que en el trajín de todos los días y demasiado enfocados en “lo que tenemos que hacer”, perdamos una y mil veces de vista esta perspectiva y actuemos desde nuestro pequeño ego, cargado de ansiedades, temores, recuerdos y fantasías. Pero en el fondo, quienes ya emprendimos este viaje, siempre sabemos que hay algo más allá. Que otra vida es posible. Una parte de nuestro ser no lo olvidó completamente y siempre añora ese reencuentro con un modo de estar –con nosotros mismos y con los demás- más pleno, natural y abierto.


Puede que tengamos alguna práctica meditativa, que asistamos a seminarios, retiros o talleres dónde explorar y contactar con esta dimensión de lo espiritual humano. Pero cada vez que volvemos a casa el desafío es mantener esta perspectiva ampliada del mundo y de nosotros mismos, aún en medio de la velocidad del quehacer cotidiano, para enriquecer con esta sabiduría el tránsito por nuestros días.


Como dice Jack Kornfield, la verdadera tarea de una auténtica vida espiritual no está en lugares remotos ni en estados alterados de conciencia. Está aquí en el presente. Dondequiera que nos toque estar hoy. Esta espiritualidad nos pide que tengamos un espíritu de bienvenida para saludar todo lo que se nos presenta, con un corazón sabio, respetuoso y bondadoso. No siempre estaremos centrados, sonrientes y extáticos. Pero podemos elegir tomar una actitud de aceptación más tolerante y compasiva frente a nuestro sufrimiento y el de los demás. Ante nuestras ataduras, miedos, confusiones y las del mundo en que vivimos.


Darle la bienvenida a esto que es, a esto que está siendo ahora mismo, en lugar de lo que idealmente esperaríamos que fuese, no es nada fácil. Lo sé por mi propia experiencia y por la de quienes acompaño en su búsqueda personal. Más allá de cualquier obstáculo, sigo creyendo que es una de las prácticas más transformadoras, eficaces y sanadoras para la vida.

viernes, 6 de mayo de 2011

Mente abierta, corazón abierto





Hoy tuve una de esas maravillosas experiencias que, por más sencillas y ordinarias que parezcan desde afuera, internamente abren caminos, aún cuando no sabemos exactamente cuáles ni hacia dónde nos llevarán. Fue en una clase de sanación vibracional a través de la energía del sonido y el movimiento armónico, al ritmo de didjeridoos, bowls tibetanos, flautas, tambores y la propia voz como instrumentos para el viaje al centro del ser.


Más allá de cualquier lectura o conceptualización, esa sensación de apertura, cuando la experimentamos, es algo claro y deliciosamente inolvidable. Puede darse durante una meditación, en un encuentro terapéutico, en contacto con la naturaleza, pintando, cocinando, leyendo o jugando un niño. No importa cómo. Son vivencias tan simples como sanadoras que vale la pena intentar encontrárselas con más frecuencia. Como el surfista que va una y otra vez con su tabla al lugar dónde nacen las olas y está ahí, esperando, atento para subirse cuando viene una.


En sintonía con esta experiencia, leí un capítulo de un libro que me atrajo por su título y la imagen de la portada. Se llama "La danza del Vacío" de Adyashanti:


"Algunas personas tienen más facilidad para abrir la mente, otras abren el corazón con más facilidad, pero para estar aquí tenemos que abrir ambos. Cuando estás abierto no filtras tu experiencia, no construyes barreras. No intentas defenderte, sino que te abres al misterio y te cuestionas lo que crees.


Cuando te des la increíble oportunidad de dejar de buscarte en ningún concepto o sentimiento, la apertura se expandirá y la identidad se convertirá, cada vez más en apertura. Esto constrasta con cualquier lugar de referencia de la mente llamado creencia o con cualquier sensación específica del cuerpo. No se trata de deshacerse de los pensamientos ni de los sentimientos, sino de situarse fuera de ellos.


La apertura no ocupa ningún sitio concreto. Está por todas partes. Todo cabe en su interior. Puede contener pensamientos. O sensaciones. Quizá contenga sonidos. Tal vez contenga silencio. Pero nada es una molestia ante la apertura. A tu verdadera naturaleza no le molesta nada. Nos molestamos cuando nos cerramos para identificarnos con un punto de vista, con una idea de lo que somos o de lo que creemos ser; entonces vamos en contra de lo que está pasando. Pero cuando somos nuestra verdadera naturaleza, que es apertura, descubrimos que nunca vamos en contra de nada. Todo lo que está pasando en la apertura es perfecto, así que podemos responder a la vida de manera sabia y espontánea".

domingo, 1 de mayo de 2011

Una travesía del alma


Como humanidad estamos camino hacia una nueva conciencia. Lo admitamos o no, estemos haciendo algo al respecto o mirando otro canal, la necesidad de una transformación profunda y, por momentos radical, se nos presenta a todos de una forma u otra, cada vez con más intensidad.

Uno de los lugares más sacudidos por los vientos de cambio son las relaciones íntimas, particularmente los vínculos hombre-mujer. Muchos de nosotros venimos de un largo camino en busca del “amor”. La pasamos bastante mal, sufrimos más de la cuenta, nos equivocamos una y otra vez aplicando las mismas estrategias hasta que un día, un faro se encendió allá a lo lejos y decidimos cambiar de rumbo y partir al encuentro de otras posibilidades.
Desde mi experiencia personal y profesional como terapeuta, creo que en temas amorosos, de pareja, de vínculos íntimos y a largo plazo es necesario llegar a un punto de inflexión en el cual nos cansamos de padecer. Es cuando con una mano en el corazón y desde lo más profundo de nosotros mismos decimos: "basta", "esto no lo quiero más" y entonces estamos verdaderamente dispuestos, decididos y abiertos a cambiar de actitud y explorar nuevos horizontes.
No es ninguna novedad, la mayoría de nosotros provenimos de historias amorosas primarias fallidas. No es que nos haya faltado necesariamente amor de nuestros padres o quienes nos criaron, en general todos tenían buenas intenciones pero no supieron hacerlo de otra manera, hicieron lo mejor que pudieron con lo que eran y lo que tenían para ofrecer. A amar conciente y profundamente, se aprende. O mejor, se reaprende. Es una tarea, a mi modo de ver, impostergable para tener una vida plena y feliz, aquí en este mundo, más allá de las circunstancias con sus vaivenes inevitables y humanos.
Para llegar a ese tan anhelado encuentro amoroso con un otro, a ese cruce de caminos que nos une a otra alma por un largo tiempo, primero tengo que ser capaz de encontrarme conmigo mismo/a. Es preciso que tenga una mínima idea de quién soy, de dónde vengo, qué quiero sinceramente hoy para mi vida. Esto que parece simple, puede llevarnos toda una vida. A veces estas preguntas van calando nuestra personalidad y podemos ir sacando capas y más capas, como en una cebolla, para acercarnos suave y cuidadosamente al nudo de ese viejo dolor que nos mantiene alejados de un amor real, aquí y ahora.
Cada día más hombres y mujeres, de diferentes edades, con distintas experiencias de vida se están animando a preguntarse cómo hacer para volver a encontrarse, para sanar esas heridas que tantas marcas dejaron en sus corazones como barreras en sus mentes. Cada día somos más las mujeres y los hombres decididos a dejar de ser espectadores somnolientos para convertirnos en lúcidos protagonistas de nuestras propias vidas. El trabajo -psicológico y espiritual- sobre nosotros mismos es el punto de partida de un viaje en el que nunca sabemos a ciencia cierta a dónde llegaremos. Sin embargo, en determinado momento, algo en nuestro interior nos impulsa irresistiblemente a embarcarnos.
Hoy quiero dedicarle este fragmento de “Fuego en el cuerpo” de Sam Keen a los varones, a todos esos hombres maravillosos que con tanta valentía y firmeza están abriéndose paso desde el centro de su esencia masculina para ir a nuestro encuentro, en esta travesía del alma.


“La mayoría de los hombres en cualquier sociedad se somete a los ritos de tránsito convencionales, gana la insignia de la masculinidad y se queda relativamente satisfecho. En épocas tranquilas la mayor parte de los hombres y de las mujeres no se hace preguntas importantes sobre su identidad; han sido marcados, adoctrinados y gobernados por estereotipos, modelos de conducta, imágenes heroicas y por la ideología convencional. (…) La mayor parte de la gente es relativamente inconsciente de las fuerzas que dan forma a su identidad.
Sin embargo, en toda sociedad hay hombres y mujeres extraordinarios que, por distintas razones, se apartan del consenso social, quebrantan las normas y desafían al status quo. Estos iconoclastas –profetas, rebeldes, revolucionarios, reformistas, chamanes, visionarios, místicos, artistas, locos, genios- agitan las aguas y perturban a la mayoría, pero dan a la sociedad nuevas energías creativas y suelen pagar muy caro el constituirse en la vanguardia de las nuevas formas de ser. Con frecuencia son solitarios, dolorosamente autoconscientes y más fuertes y más raros que las personas promedio.
En épocas turbulentas sólo hombres y mujeres extraordinarios cuestionan la noción de realidad socialmente aceptada, pero en tales momentos, el número de estos hombres y mujeres aumenta. Esta es, por supuesto, la situación actual, cantidades de personas reflexionan sobre los valores y las visiones con que viven mientras las naciones superdesarrolladas llegan al fin de la era industrial y las naciones subdesarrolladas comienzan a industrializarse. La proporción de cuestionadores, a nivel mundial, nunca fue tan grande como ahora. Hemos entrado en una época de grandes disturbios y de gran creatividad; la mayoría “normal” va haciéndose cada vez más reaccionaria en un esfuerzo por conservar los valores de una era que agoniza y la vía heroica se llena de individuos que buscan el camino hacia un futuro más esperanzado.”

lunes, 25 de abril de 2011

¿Me lo podés decir con amor?

Hace unos días, en una reunión padres del jardín de mi hijo, hablando acerca de esos aprendizajes que nos traen a diario nuestros niños con su sensibilidad, transparencia y apertura, una mamá compartía con una mezcla de orgullo y asombro una anécdota de su pequeño de 4 años.


Iban viajando en un remis, el niño jugando y sin darse cuenta golpeó con el pie un par de veces la parte de atrás del asiento del chofer. El hombre enojado se dio vuelta y de muy mala manera lo retó: “¡¡¡Nene podés dejar de patear!!!” El niño lo miró y reconociendo su error respondió: “Está bien, pero ¿me lo podés decir con amor?”
Qué importante es lo que les ofrecemos como ejemplo en nuestra vida cotidiana. Son como esponjitas. Energéticamente ellos absorben todo lo que les entregamos –sin filtro- cada día, a cada momento, ya sean palabras, expresiones, miradas. Las más dulces y bellas y las otras también.



Quiero compartirles este fragmento de un libro que se llama “Entre el éxtasis y la vida cotidiana” de Jack Kornfield, monje budista, doctor en Psicología Clínica y autor de varios libros. Habla acerca del respeto de padres a hijos como una perla que sienta las bases de la tolerancia y la apreciación por todos los seres humanos en la vida adulta. Lo hayamos recibido o no, nunca es demasiado tarde.


(…)“Toda persona es única y singular, expresa su propia naturaleza, incluso aquellos que son difíciles están viviendo de la mejor manera que saben vivir.



Esa noble apreciación entre adultos es la base de una sabia crianza de los hijos. Otra palabra para esta tolerancia es “respeto”.


A nuestros niños les importa mucho el respeto. Hasta los más pequeños quieren que se les respeten sus necesidades y sus miedos. Nuestros amantes, nuestros padres, nuestros compañeros de trabajo, los animales y los árboles a nuestros alrededor florecen con nuestro respeto. Ofrecer respeto es la base de ser padres como práctica espiritual. Sin conciencia y respeto sencillamente repetimos lo que nos hicieron a nosotros, actuamos de maneras condicionadas por nuestra propia crianza. Sin respeto continuamos los ciclos de heridas, vergüenza, indignidad, tensión o abandono que existieron en nuestro pasado.



Sin una perspectiva espiritual, el amor por cuidar que naturalmente todos los padres llevamos en el corazón puede verse superado por la velocidad y el materialismo de la vida moderna, por los valores invasivos de los medios, por las normas aceptadas de tensión y violencia. Sin una atención respetuosa, permitimos que los medios y las presiones modernas impongan en nuestros niños un crecimiento acelerado, olvidando proteger su dependencia y su vulnerabilidad. Perdemos la confianza de que los niños naturalmente se independizan a su debido tiempo. Sin atención a nuestros corazones nos volvemos como una generación de padres que seguían a los expertos populares y se negaban a amamantar o levantar a un niño que llora, aunque el sapientísimo instinto y el impulso de las células de sus cuerpos les pedían que abrazaran y consolaran a su hijo que sufría. Con respeto podemos ofrecerles a nuestros hijos una protección y una crianza sinceras, mientras que, al mismo tiempo estaremos poniendo los límites adecuados a su comportamiento. Nuestra enseñanza espiritual se transmitirá no sólo con palabras sino con la integridad de nuestra vida cotidiana, con la manera en que mostramos los valores más profundos de nuestro corazón.”



Espero les haya gustado y les haya tocado el corazón como a mí. Hasta la próxima!

lunes, 18 de abril de 2011

Astrología y Psicología: un encuentro enriquecedor

Este martes en nuestro programa radio "Encuentros para el Darse Cuenta" vamos a tener la visita de una especialista en este apasionante universo del lenguaje astrológico. Eliane Btesh es Licenciada en Psicología y Profesora en Psicología (UBA). Ex-docente Facultad de Psicología UBA. Ex-becaria de investigación y astróloga.


Según Carl Jung, “La astrología es la hermana mayor de la psicología“. Vamos a adentrarnos un poco en esta mirada, qué nos aporta una carta natal, por qué es una eficaz herramienta de autoconocimiento. También le pediremos a Eliane que nos explique algo acerca del tiempo cíclico, la idea de destino y que nos dé un breve pantallazo para comprender el momento actual de la humanidad, con dos tránsitos importantes Plutón en Capricornio y Urano en Aries. Interesantísimo!



Para todos los que tengan ganas de seguir leyendo, a continuación un artículo de May de Chiara, directora de Astropisque, titulado “Un camino de encuentro”:


La psicología nace en Grecia como un capítulo de la filosofía, “psique” es sinónimo de alma y es tomada en cuenta por las distintas escuelas filosóficas. Los sentidos y el engaño de los sentidos, ser y devenir, introspección, reflexión, son algunas miradas de la época. La razón aristotélica germina en pensadores posteriores como Santo Tomás. Los siglos XVII y XVIII son el apogeo de la mente y sus especulaciones: “pienso, luego existo”. Los ideales de la Revolución Francesa comienzan a delinear el concepto del individuo y sus derechos. La ciencia avanza hacia su momento de esplendor en el marco de un paradigma positivista, mecánico, materialista, causalista y lineal.


Hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el pensamiento científico occidental comienza a investigar al hombre, su comportamiento y sus patologías. Freud nombra a lo desconocido del alma humana como inconciente, y desata dentro de la psicología una revolución cuyos efectos siguen hasta nuestros días. La psiquis comienza a ser observada por distintas escuelas psicológicas, desde el psicoanálisis freudiano hasta la psicología transpersonal. Las sabidurías antiguas van emergiendo de siglos de “oscuridad”. La Cábala hebrea, el Tao, la Astrología, los alquimistas, el Yoga, el Tarot, encuentran una conciencia colectiva más receptiva a estos conocimientos sagrados, donde la totalidad incluye a la particularidad y donde el sentido de lo humano tiene un lugar en el cosmos al que pertenece. La astrología toma protagonismo. Va encontrando lenguajes que enriquecen la descripción de los contenidos energéticos, simbólicos y arquetípicos de su paradigma.

Cuerpo y mente, pasado y presente, individuo y sistema grupal, simbolismo individual y simbolismo colectivo, lenguaje y emoción, materia y espíritu, son algunas de las polarizaciones que la Psicología fue encontrando en su búsqueda. La astrología describe una totalidad de sentido que comprehende los distintos niveles de la psiquis que el pensamiento científico occidental fue recorriendo. Lo sagrado trasciende la individualidad, la separatividad es sólo una ilusión, lo trascendente es una realidad. El alma es un punto de encuentro y desencuentro que nos parece vale la pena investigar."

Espero les haya gustado (la negrita es mía) y están todos invitados este martes a las 17hs. por MantraFM a acompañarnos en este viaje astrológico!!


Como siempre son superbienvenidas todas las preguntas e inquietudes de nuestros queridos amigos y oyentes, en vivo a través del chat (ingresando a www.mantrafm.com.ar), vía skype (para los más valientes) y por email a: paraeldarsecuenta@gmail.com. Los esperamos!!

miércoles, 13 de abril de 2011

Dar las gracias



No hay nada más mágico y reconfortante para el corazón que un profundo y sentido agradecimiento. Hacer una lista de aquellas cosas por las cuales estamos agradecidos hoy es una de esas llaves invalorables a la hora de reencontrarnos con la alegría. A veces no sabemos por dónde empezar. En esos días grises y abrumados por la confusión, cuando parecería que no existe razón alguna que nos invite a sonreír, siempre es posible atravesar la nube. De a poquito ir permitiendo que la luz vuelva, que uno a uno esos débiles rayos del sol penetren nuestra mente atrincherada en el conflicto y la duda y nos devuelvan la calidez de un fuerte abrazo o la dulzura de una sincera sonrisa.


Una de las energías más poderosas que podrás experimentar jamás es la gratitud. Siente gratitud por todo y cambiarás tu forma de sentir. Siéntete agradecido por tu vida, tus pulmones, tu casa, este libro; no importa. Una vez que te sientas agradecido, estarás en una energía que puede crear milagros.” (Joe Vitale)


Gracias a todos los que nos acompañaron ayer en el programa de radio y compartieron con nosotros su listas de agradecimientos y a Silvia por su amorosa presencia y generosidad!!! Los esperamos el próximo martes, a las 17hs. en “Encuentros Para el Darse Cuenta” por MantraFM (www.mantrafm.com.ar)

lunes, 11 de abril de 2011

Para volver a brillar

Este martes en nuestro programa de radio tendremos la visita de Silvia Guersenzvaig, quien va a compartir con nosotros su maravilloso trabajo de transformación y sanación: Transformational Kinesiology (TK).


Silvia es instructora certificada y parte del staff de Masaje del instituto Esalen en California, USA, Astróloga desde 1977, Educadora y consultora de Transformational Kinesiology (TK) certificada por Polaris International College, Dinamarca. Creó Astro-K una fusión de astrología y kinesiología, Openstars, un Círculo Chamánico y es autora de un CD: “Viaje a las Constelaciones del Ser”.


Transformación TK es una síntesis de antigua sabiduría y modernas técnicas de sanación con el objetivo de transformarnos de manera permanente. Se trata de un método holístico de re-equilibración energética que usa el testeo muscular para acceder, despertar y acelerar la inteligencia innata y el potencial curativo que reside en cada uno de nosotros.


Esta técnica fue desarrollada por Grethe Fremming y Rolf Havsboel, directores fundadores del Polaris International College and Center, un instituto holístico de investigación educativa y centro de meditación.


Es un proceso que apunta a descubrirnos más concientes, indagando en aquellos aspectos personales que no están alineados con el Alma e invitándonos a encarnar más plenamente a nuestro Ser esencial consciente y evolucionado. Basado en la sabiduría perenne, TK utiliza las leyes espirituales más antiguas para promover la transmutación y transformación de viejas formas y patrones de conducta que limitan nuestra apertura al amor, la libertad y al poder personal.


Este proceso tanto individual como grupal promueve claridad, bienestar, energía vital, alegría, y cambios permanentes. Durante los talleres se forma un grupo de transformación donde el campo unificado va guiando a través de distintas pautas del proceso al logro del objetivo común y los participantes aprenden en forma práctica, los 7 pasos del proceso Clearing para obtener un indicador muscular efectivo y restituir el estado de integridad del sistema energético personal en momentos de stress.


Los esperamos para seguir conociendo más acerca de este trabajo de transformación este martes a las 17hs, en "Encuentros para el Darse Cuenta" por MantraFM (www.mantrafm.com.ar)

viernes, 1 de abril de 2011

Hacer el cierre



“Todo tiene un comienzo, un medio y un final. Los comienzos requieren energía y creatividad; en el medio hace falta perseverar y seguir hasta el final. Los finales exigen el coraje de llevar las cosas conscientemente a un cierre. De disfrutar de lo realizado y, luego, soltarlo.


Las personas que están llenas de ideas y energía tienden a lanzar nuevos planes con brío y entusiasmo, ansiosas de enfrentar el desafío de una nueva aventura. Al principio todo va bien, pero después de la etapa del desarrollo, cuando ya se instala la rutina y hace falta perseverancia, el sentido de diversión y excitación pronto desaparece. Les resulta difícil permanecer motivadas.


Otros quizá no quieran asumir la responsabilidad de emprender algo por su cuenta, pero están dispuestos a apoyar un plan ajeno. Son los hacedores, con capacidad de permanecer motivados, de perseverar, de realizar un seguimiento y asegurarse de que las cosas funcionen. Manejan todo tipo de dificultades, tienen un nivel de energía estable y son capaces de ejercer la creatividad dentro de una estructura determinada.


Una vez concluida la etapa del desarrollo, el proyecto entra en la recta final, que para muchos es la etapa más exigente. Para un cierre adecuado hace falta tiempo, energía, resistencia y, sobre todo, cuidado. Cuando se acerca el final nos enfrentamos con la verdad de la impermanencia. Sea cual fuere la situación –el final de un club, de un trabajo o negocio, de una relación o de una época- el saber que todo llega a su fin, incluidos nosotros, se nos impone a pesar de nuestros intentos por ignorar el mensaje.


Si bien nos enfrentamos a esta verdad de muchas maneras diferentes, todavía nos resistimos al conocimiento de la transitoriedad. Si se vislumbra algo nuevo en el horizonte, es muy tentandor saltearse el cierre y correr al encuentro del próximo desafío. Y, a la inversa, si nada nuevo se avecina podemos insistir con las viejas rutinas aunque estas ya no resulten eficaces, simplemente por temor. En cualquiera de estos dos casos falta el cierre, y el resultado será el arrepentimiento. (…)


No siempre se puede llegar a una conclusión feliz, y el cierre ideal no existe. No obstante, cada vez que se termina una etapa de la vida vale la pena tomarse el tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido, si es posible con las demás personas involucradas. Puede ser tentador ignorar el final, pero al hacerlo perdemos la oportunidad de llevarnos lo valioso de esa etapa a la siguiente. Sin cierre, nos arriesgamos a perder parte de nuestra memoria.


La impermanencia es una hecho de la realidad, uno de los más dolorosos y bellos a la vez. En su belleza, la impermanencia nos permite avanzar y al mismo tiempo conservar lo que atesoramos. Una época que terminó adecuadamente se puede recordar en toda su plenitud, sin ansiedad ni arrepentimiento. Tales recuerdos, conocimientos y sentimientos encienden y alimentan nuestra vida; pasan a ser parte de nosotros mismos.”


(extraído de “Vivir sin arrepentimiento” de Arnaud Maitland)



lunes, 28 de marzo de 2011

Soledad padecida o soledad disfrutada?

Este martes a las 17hs. en Encuentros Para el Darse Cuenta por MantraFM vamos a hablar acerca de "La Soledad". Mientras buscaba algunos textos inspiradores para compartir con nuestros oyentes encontré esta entrevista al Dr. Norberto Levy y me pareció super esclarecedora para ver estas dos caras de la misma moneda. Les dejo algunos fragmentos. Que la disfruten!

"Existe una soledad padecida y una soledad disfrutada. A partir de esta distinción se abren dos preguntas fundamentales: ¿cuáles son las condiciones internas que generan una u otra soledad? Y ¿qué necesitamos aprender para poder pasar de la soledad padecida a la disfrutada? Para responder estas preguntas es necesario primero reconocer que, en tanto ser humano soy un individuo en relación con otros, y soy también en mí mismo, un conjunto. Un conjunto de tendencias, impulsos, deseos, a veces armonizables, muchas veces contradictorias. El hecho de poder registrar que soy un conjunto y que albergo múltiples tendencias ya es un paso importante. Y más importante aún es el paso siguiente: ¿cómo se llevan entre sí las partes de ese conjunto que soy, especialmente cuando son contradictorias? En la práctica clínica se puede ver que en mucha gente sus diferentes tendencias interiores están en combate permanente entre sí. Se detestan, no se soportan.

Pongamos uno bien sencillo: Una parte mía quiere ir a una reunión y otra quiere quedarse. ¿Cómo resuelvo esa dualidad? Solemos creer que para tomar una decisión, necesariamente una debe vencer a la otra. Entonces la que quiere salir se impone, obliga a salir a la que quiere quedarse y voy a la reunión. Si quien quería quedarse quedó derrotado, obligado a salir "sin chistar", en nombre de un eventual buen propósito, por más que parezca satisfactorio por que decidí algo, esta modalidad hace daño. Y lo hace porque la parte mía derrotada se siente no escuchada y queda abatida y resentida. Desde ese enojo se desquita saboteando a quien salió. Que a su vez contragolpea…, y así siguen en una batalla sin fin. Todo esto lo percibimos como tironeo interior, angustia y auto reproches: "Por tu culpa no puedo hacer las cosas que necesito…, te odio, sos mi mayor enemigo, quiero que desaparezcas", etc. Si bien en el mundo externo, en situaciones en las que intervienen jerarquías, como por ejemplo en la relación jefe empleado, es adecuado algunas veces apelar a la orden para tomar una decisión, en el mundo emocional interior no rige en absoluto la ley de la imposición. La ley que rige es la del acuerdo entre pares. Cuando uno se apoya en la imposición de una parte sobre otra como un camino habitual para tomar decisiones los resultados son catastróficos. Para hacerlo más claro aún es como si en el plano físico el hígado quisiera imponerse al estómago para que haga lo que él quiere y el estómago se rebelara y entonces ambos vivieran en guerra entre sí, para ver quién gana.



¿Cómo se relaciona esto con el tema de la soledad? Precisamente una de las consecuencias de esta modalidad es que la soledad se torna muy difícil y dolorosa. Uno hace cualquier cosa con tal de no estar solo porque estar solo es estar más en contacto con esa pelea interior en la que cada socio no se siente ni acompañado ni comprendido por el otro. Y ese aislamiento de cada socio interior es la base más profunda del sentimiento personal de soledad angustiosa e insoportable. Es la soledad padecida. Cuando esas dos partes se dan cuenta que son socios de verdad, que las dos tienen el mismo derecho a existir, que entre ellas no cabe la imposición, y que por lo tanto van a dialogar hasta que encuentren una acción que las dos puedan suscribir, entonces se genera entre ellas la sensación de equipo cooperativo y solidario. Cuando los socios que me constituyen alcanzan ese estado, esa es la base más profunda del sentimiento de seguridad y confianza en mí mismo. Entonces la soledad es vivida de un modo muy distinto: no produce angustia y es más un sentimiento de intimidad que de aislamiento. Es como el campamento de base en andinismo: un lugar al que se vuelve para refugiarse de las tormentas, para reordenarse, recuperar fuerzas y así poder volver a salir. Es la soledad disfrutada. Lo maravilloso de esta modalidad es que cuando se han establecido pautas interiores de colaboración se le hace a uno más fácil encontrar caminos para hacer relaciones con otras personas, porque uno cuenta con el modelo interno y espontáneamente tiende a reproducirlo afuera. Y si el otro -ya sea mi pareja, mi socio o un amigo- no concuerda, o la relación no es satisfactoria, no necesito someterme para continuarla a cualquier precio porque tengo un lugar, que soy yo mismo, adonde volver. Y ese es uno de los domicilios más preciados que podemos tener aquí en la tierra.


¿Hay algo más que ayude a estar bien en soledad? La otra base que ayuda a hacer habitable y grata la soledad es poder darle un sentido a la propia vida. Darle un sentido quiere decir inscribirla en algo más vasto, ya sea la idea de Dios, el Amor, algo que amo más que a mi propia vida, una causa que apasiona y que continúa luego de que yo muera, que puede ser tanto un trabajo comunitario o tareas de jardinería. Aquí no importa tanto la magnitud de la tarea sino la actitud con la que se la realiza. Todo esto es lo que habitualmente llamamos la dimensión trascendente de la vida. Esa conexión da un sentido de pertenencia, de compañía, que respalda y acompaña poderosamente en los momentos de soledad, más o menos prolongados, que a uno le pueda tocar vivir. Una vez le preguntaron al maestro Atahualpa Yupanqui qué pensaba de las coplas anónimas, que pueblos enteros cantan sin saber el nombre del autor. Y él respondió que la vida premia al verdadero artista con el anonimato porque si bien nadie recordará su nombre, ninguna tumba encerrará su canto. A mí me impactó mucho esa respuesta porque muestra el amor a la obra más allá del propio nombre y apellido. Cuando uno ama la copla de ese modo, uno ES la copla y se siente nombrado por quienes la cantan. Esa es la esencia del trascenderse a sí mismo y sentirse parte de un movimiento más vasto que lo incluye y traspasa. Cuando se alcanza esa vivencia la soledad personal ya no es algo que nos haga sentir aislados o desamparados."