viernes, 7 de agosto de 2009

Psicoterapia y bienestar


¿Qué es el bienestar? Se me ocurre pensarlo como todo lo opuesto a ese estado que solemos considerar como “normal”, “común”, “neurótico” (?) por lo generalizado y masivo, esa especie de ruido de fondo en el que vivimos la mayoría de los seres humanos en esta cultura occidental. El bienestar sería lo que se opone a ese estado silencioso, oculto y casi permanente de sufrimiento producto de estar alejados de nuestra naturaleza humana esencial. Y esta ausencia de bienestar suele manifestarse en una vaga sensación de insatisfacción, de falta de alegría, aún en medio de lo que se supone debería ser una vida plena.

La psicoterapia no es sólo para los que necesitan ser curados de sus “síntomas” que le impiden una adecuada adaptación a su contexto social-cultural. También es un camino que cada día más personas eligen en la búsqueda de sí mismos, de un nuevo modo de estar en este mundo.

Me gusta la definición de Eric Fromm acerca del bienestar. Lo presenta de una manera amplia, con condimentos del budismo zen, incluyendo aspectos que van más allá del ego individual y que tienen mucho que ver con el espíritu que anima este espacio.

“El bienestar es el estado de haber llegado al pleno desarrollo de la razón, no en el sentido de un juicio meramente intelectual sino de captar la verdad, “dejando que las cosas sean” (por usar un término de Heidegger) tal como son.
El bienestar sólo es posible en el caso de que uno haya superado el propio narcisismo, en la medida en que uno está abierto, en que responde, en que es sensible y está despierto y vacío (en sentido zen).
El bienestar significa el logro de una relación afectiva completa entre el hombre y la naturaleza, superar la separación y la alienación, llegar a experimentar la unidad con todo lo que existe y, al mismo tiempo, experimentarnos a nosotros mismos, como entidad separada, como individuo.
El bienestar significa nacer completamente, convertirnos en lo que ya somos en potencia, significa tener plena capacidad para la alegría y la tristeza o, por decirlo de otro modo, despertar del semisueño en que vive el ser humano normal, y despertar por completo.
El bienestar significa desprenderse del propio ego, renunciar a la avaricia, dejar de perseguir la preservación y engrandecimiento del ego, ser y experimentarse a uno mismo en el acto de ser, no en el de tener, de conservar, codiciar y usar.”

Que estén bien!!

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